Al día siguiente del sorteo de puestos, nos dirigimos al escenario que nos esperaba en esta sesión de dos noches y tres días. Cuando llegamos al lugar no era lo que teníamos en mente, era un puesto complicado, en orilla teníamos un árbol que nos había arrastrado la corriente, haciéndonos complicado el ensamblamiento del pez y no teníamos ningún punto caliente. Teniendo todo esto en nuestra contra comenzamos a montar y a observar donde podía haber puntos de actividad, viendo algún movimiento lejano.
Comienza el concurso y empezamos a cebar minuciosamente, ya que se tenia que cebar desde orilla sin permitirse entrar neumáticas ni nada por el estilo. Decidimos echar sobre 3 kilos de grano para nuestros dos equipos y 2 kilos de boilies de nuestra querida marca Senzor planet, esta vez testeando los boilies de porumb que siendo dulces y de maíz nos encajaba perfectamente en nuestro cebado previo.
Una vez tiradas nuestras posturas en el sitio marcado comienza la espera y con ella la noche. Pasadas varias horas vimos algún que otro movimiento leve encima de nuestra marcadora y nos dirigimos para el puesto de al lado para echar un corto rato con los compañeros para hablar de lo típico, como vemos la zona, si se esperan picadas etc. En esto que a las dos de la mañana suena un tímido "pi" en mis Delkim y me apresuro a ir hacia mi equipo cuando arranca una picada trasera en mi caña de la izquierda, compuesta por el boilie de porumb previamente cebado. La clavo y no siento nada por lo que empiezo a recoger suavemente y de repente pufff, se para y comienza la lucha. Yo tiraba y ella también, haciendo imposible que ella sacara sedal y yo la acercara a la orilla. Es entonces cuando me gana mi primera batalla y arranca frenéticamente a la izquierda sin poder hacer nada para pararla, cruzando el puesto de mi novia y el de dos participantes más. Después de esa gran arrancada parece que me hago con ella y la traigo sobre 20 metros pero vuelve arrancar, esta vez si pudiendo controlarla y hacerme vencedor de la segunda batalla. Ya cansada comienza a darme su aleta a torcer y conseguimos ensamblarla. La sorpresa llego cuando la vemos en la moqueta, una preciosa carpa común recién desovada con un peso de 21.700 kg. Con la emoción de tan hermosa captura se nos olvidó tarar antes de pesar, pero bueno todo tiene arreglo y después de meter la carpa en el saco de retención pesamos la moqueta y su peso fue de sobre un kilo y poco mojada. ¡Estábamos junto a una captura de 20 kg!.
Ya preparando la postura para poder lanzar la caña de nuevo, arranca otra gran picada al equipo de mi novia, esta vez al boilie de Senzor que tan buenos resultados nos había dado en sesiones anteriores, el 1016. Sin poder hacerse con la captura y metiéndose en una de las cangrejeras que teníamos a 150 metros del puesto, la arrastramos con la caña hasta la orilla pero la carpa quedo en total libertad.
Después de esta picada pasamos todo el fin de semana sin ningún sobresalto aunque dejándonos un buen sabor de boca.
Lo mejor todavía estaba por llegar ya que cuando llegamos a la entrega de premios ningún participante había sacado alguna carpa ni cercana a ese peso, con lo cual nos proclamamos campeones de peso y captura.
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