Hola a todos soy Jose mas conocido como el
segoviano os voy a contar una pequeña sesión que realizamos en el gran embalse
de Orellana.
Llevaba tiempo planeando ir a Orellana a hacer una
sesión de pesca, en parte para desconectar del trabajo, en parte para pasar un
fin de semana con los amigos, haciendo lo que más nos gusta.
El día llegó el viernes 12 de Julio, ya que aprovecharía que
iba a visitar a mis abuelos, que viven en Talarrubias, teniendo en cuenta que
yo vivo en Segovia.
Llegué a eso de las 18:30, y a las 19:00ya tenía todo
cargado en el coche, listo para partir hacia el puesto.
El sitio elegido me dio buenas sensaciones nada más
verlo. Tenía bastante profundidad, algo muy importante dada la fecha en la que
estábamos. Mientras se inflaba la barca, montamos los equipos y preparamos lo
que iba a ser el cebado para la sesión. Unos 3 kg de maíz, otros 3 kg de
pellets variados y otros 4 kg de boilies variados. Además, yo prepare otros 3
kg de boilies solubles de Senzor Planet de SPD, Frankfurt y Planet 1016;
boilies de Pro-Biotic Red de Starbaits, boilies de “the Crave” de Dynamite
Batís y micropellets de hallibut. Se esparció por una amplia zona, obligando a
las carpas a moverse para encontrar la comida.
Yo tenia como cebo de anzuelo: Pro-Biotic, “the Crave” y
Scopex.
La primera noche la pasamos sin sobresaltos, lo que me vino
de perlas para descansar, pues llevaba toda la semana levantándome a las 5 de
la mañana para ir a trabajar y me había metido 4 horas de camino entre pecho y
espalda para llegar a Talarrubias desde donde yo vivo.
A la mañana siguiente recebamos las cañas después de tomar
un reconfortante cafetito. En mis cañas puse: una ristra de maíz con un grano
artificial de Enterprise Trackle, boilie de Mister Crab de Senzor Planet con
pop up de Moster Crab de Dynamite y boilie de Planet 1016 de Senzor con su
remojo.
La primera picada no llegó hasta las 19:15 del sábado 13.
Una preciosa común de 4 kg que sucumbió al maíz. Una hora más tarde le tocó el
turno a mi compañero, también al maíz, pero esta vez fue una brema que rondaría
el kilo y medio de peso. A las 23:45 sonó una de mis alarmas, una larga carrera
que, tras clavar y luchar con ella no mucho tiempo, resultó ser otra común, algo más pequeña y muy delgada.
Pesó 2,7 kg que entró a un showman fondante de 50/50 de chocolat&malt de 20
y 15 mm de Dynamite. Recebé la caña con lo mismo y a las 3:15 me llama mi
compañero sobresaltado, diciendome que de mi carrete sale hilo sin parar. Yo no
lo tomé muy en serio ya que la alarma no sonaba, pero él me insistía. Por fin
me levanté y me acerqué al trípode, y efectivamente, de una de los carretes
salía hilo a toda velocidad. Como aún estaba medio dormido, cogí la primera
caña que pillé, nada, cogí otra caña, nada. A la tercera fue la vencida. A
juzgar por los tirones que daba, no se trataba de algo pequeño. No sé los
metros de línea que sacó esa carpa antes de poder clavarla, pero esa carpa
estaba muy, muy lejos. La pelea fue intensa, sobre todo en sus últimos
compases, ya que cada vez que veía la orilla emprendía una loca carrera
volviendo a sacar muchos metros. Después de esta bonita lucha, descansaba en la
moqueta otra preciosa común, pero esta vez con un peso de 9 kg. La guardamos en
el saco de retención para la sesión de fotos de la mañana siguiente y recebé la
caña con lo mismo, 50/50 de chocolat&malt de Dynamite.
A la mañana del domingo, recebamos todas las cañas. Yo seguí
con el maíz y con el 50/50 de chocolat&malt, pero en la otra caña, puse dos
boilies de SPD de Senzor Planet, uno normal y otro soluble.
Al poco de lanzar las cañas, nueva picada, muy tímida, pues
se trataba de una brema, que sucumbió al SPD de Senzor Planet, y al poco tiempo
otra picada, trasera y brutal, que clavé, y al no sentir resistencia, pensé que
era otra brema, pero la sorpresa fue mayúscula cuando al otro lado de la línea
tenía un galápago descomunal, que se había zampado dos boilies de 50/50. aún
utilizando anzuelos sin muerte, costó mucho desanzuelarlo con unos alicates.
Mi compañero saco dos bremas más. Todas picaron al maíz.
A las 11:00 de la mañana, empezamos a recoger, ya que comía
con mis abuelos, y después me esperaba el camino de vuelta a casa, 4 horas de
viaje hasta mi pueblo, Nava de la Asunción, en Segovia.
Gran fin de semana de pesca. Volveremos a vernos Orellana…
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